Pero, ¿dónde están los Locke, Montesquieu y Rousseaus de nuestro tiempo? Todas las fórmulas que se han ensayado desde el primer evidente fracaso del sistema con la Gran Depresión, han resultado ser insuficientes: nos encontramos en una situación parecida a aquélla con el agravante de amenazas globales que ponen en riesgo la habitabilidad en nuestro planeta.
El tiempo que nos ha tocado vivir exige más de la sabiduría del ser humano que en ninguna época anterior, pues jamás antes nos habíamos encontrado en una situación tan crítica como ésta. Nos hemos convertido en una amenaza para nosotros mismos, y sin embargo, cuando es más necesario que nunca, los pensadores y las ideas no aparecen. Los sistemas alternativos que se propusieron con anterioridad también fracasaron, por lo que la única esperanza que queda es el surgimiento de un nuevo mundo, pero ¿dónde están aquellos que pueden crearlo? ¿Dónde están los pensadores? Quizá su ausencia sea la mayor crisis de todas...