De esta forma, por las noches, mientras el mundo duerme, él va de una casa a otra bailando y canturreando su canción, llevando sueños alegres a aquellos que están tristes, de aventuras a los se encuentran aburridos, de grandes logros a quienes están preocupados...
Y nadie más que Dindán puede hacerlo, ya que es el único que comprende y entiende a los sueños, y éstos sólo se dejan llevar por él. Sin embargo, los sueños son muy delicados, apenas tienen unas horas de vida, y si no son entregados a tiempo o a la persona adecuada, se pierden y jamás se vuelven a recuperar porque dejan de existir.
(Fragmento del cuento Dindán, de la colección Los bosques perdidos)